[MÚSICA] [MÚSICA] Observa. Así empezaba Karl Popper sus clases, y seguramente vosotros habéis pensado lo mismo que sus alumnos. Observa, ¿qué tengo que observar? Hay muchas cosas diferentes en las que puedo fijar mi atención. Para saber en lo que debo fijarme, necesito un marco conceptual que me indique qué es lo relevante. En la anterior unidad, hemos conocido los diferentes enfoques sobre la gestión de la empresa familiar. Pero ahora es el momento de dibujar el mapa que nos va servir de guía por el resto del curso. Queremos compartir con vosotros la base teórica de este curso para que podáis integrarlo con más facilidad. Vamos a hablar de teoría de sistemas. La teoría de sistemas que planteó por primera vez el biólogo austríaco Ludwig von Bertalanffy a mediados del siglo 20. Esta teoría ha tenido un notable desarrollo desde entonces, aunque todavía no está suficientemente extendida. Esta teoría intenta entender la realidad a partir de la comprensión de la globalidad, no de la fijación en los detalles. Este enfoque os puede parecer muy novedoso, pero si lo pensáis bien, estamos utilizando el término sistemas para muchas realidades distintas. El sistema solar, el sistema meteorológico, el sistema financiero, el sistema de información, el sistema sanguíneo. Algo tendrán en común para que estemos utilizando el mismo término. La teoría de sistemas amplía algunos de los principios básicos de nuestro pensamiento occidental. Pensemos, por ejemplo, en dos de los grandes pensadores que conforman nuestra educación, Descartes y Aristóteles. En el Discurso del método, Descartes plantea que si entendemos las diferentes partes de un problema, entenderemos el problema. La teoría de sistemas va más allá, y pone de relieve que cuando los elementos interactúan, emergen nuevas propiedades. Es decir, cuatro ruedas, un motor y una carrocería por separado no forman un coche. El coche lo forma la determinada interacción de esas partes, que eso es lo que da como resultado ese vehículo con sus características dinámicas. La teoría de sistemas presenta una mirada al mundo distinta, que busca entender el conjunto de elementos y sus relaciones para comprender el sistema e intentar anticipar sus posibles comportamientos. La teoría de sistemas también amplía la visión aristotélica que dice que una cosa es A, o es lo contrario de A. Es la ley del tercio excluso. Esto hace que nuestro pensamiento nos lleve a pensar en términos de que las cosas o son una cosa, o son la contraria, cuando en realidad muchas situaciones se pueden entender mejor desde la lógica de los grises. Los padres no se dividen entre buenos padres y malos padres, ni los estudiantes entre buenos estudiantes y malos estudiantes, ni la comida en buena y mala, ni los fármacos, ni las viviendas, ni tantas otras cosas. En el caso de la empresa, podemos con frecuencia encontrar a algún padre que pregunte, ¿mi hijo vale o no vale? Cuando la pregunta adecuada es, ¿para qué vale? ¿Y hasta qué punto vale? Es decir, las personas no nos dividimos entre los que valemos y los que no valemos. Podemos decir que la teoría de sistemas es una caja de herramientas que nos permite ver el mundo de una forma poliética. Permite entender y funcionar muchos problemas de forma más creativa, más funcional, más interesante. Aplicar la teoría de sistemas a la empresa familiar permite ver patrones de comportamiento, de forma que cuando estos comportamientos son disfuncionales, los podemos cambiar. ¿Cómo? Modificando los patrones. Vamos a verlo como un ejemplo. Recuperemos lo de los casos de la primera unidad, el de Moto Carrera. Recordamos que el padre y uno de los hijos trabajaban juntos en el taller. Si los miramos por separado, nos encontraremos con que el padre, Manuel, es dominante y que su hijo, Pedro, es sumiso. Por lo tanto, tenemos claro cuál es el problema, que el padre es dominante y que el hijo es sumiso. Aparentemente todo está muy claro. Pero también el problema lo podemos ver desde otro punto de vista. Es que entre ellos hay una relación de dominancia-sumisión. Esta disfuncionalidad la podemos cambiar intentando hacer que el padre sea menos dominante o que el hijo sea menos sumiso. Pero eso va a ser muy difícil. Si entendemos el problema desde una relación de dominancia-sumisión lo que podemos hacer es intentar cambiar esa relación, y hacer que ese cambio sea posible. Por ejemplo, ¿qué pasa si rotulamos al padre como que es protector? Lo que puede permitir, es aceptar que quizás esté protegiendo demasiado a su hijo y por lo tanto no le deja crecer. Sencillamente, ese cambio de enfoque puede permitir que el problema se solucione con mucha mayor facilidad. Recordemos ahora el segundo caso, el de la multinacional Race. Joaquín, el fundador, tuvo tres hijos, y cuando llegó el momento de su jubilación decidió crear tres direcciones generales. Una para Elena, una para Pablo y otra, la tercera, para Javier. ¿Por qué toma esta decisión? Cuando él sabe que lo adecuado es nombrar al pequeño, que es Javier, porque es el que tiene el perfil adecuado. Esto lo hace porque está aplicando un patrón de igualdad familiar. No porque no tenga capacidad para reconocer las potencialidades de sus hijos. Pero el patrón familiar es más fuerte que la capacidad de definir quién encaja mejor en el puesto. La solución no es que entiendan las diferencias entre los perfiles, y explicárselas, sino que se dé cuenta que está aplicando un patrón de igualdad. Durante este curso, veréis la practicidad que supone aplicar esta lógica. Para anticipar los posibles acontecimientos, un concepto muy útil en la teoría de sistemas es el de complejidad. La complejidad de un sistema viene determinada por el número de elementos e interrelaciones entre ellos. Así, cuanto más complejo es un sistema, más cosas pueden ocurrir en tu sistema y, por lo tanto, más difícil es anticipar lo que va a ocurrir porque la acapareablidad del comportamiento es mayor. Así, anticipar lo que le va a ocurrir a una persona que camina por un parque es mucho más fácil que anticipar lo que le va a ocurrir a una persona que camina por la selva amazónica. ¿Por qué? Porque en la selva amazónica pueden ocurrir muchas más cosas porque el entorno es mucho más complejo. Otro, por ejemplo, es el sistema meteorológico. Tiene una extraordinaria complejidad a partir de la cantidad de elementos que interrelacionan entre sí. Por eso es tan difícil hacer predicciones meteorológicas. De hecho, es prácticamente imposible predecir el tiempo que hará en un lugar determinado dentro de un año. En la próxima sesión veremos las aplicaciones prácticas del enfoque de sistemas. [MÚSICA]