[MÚSICA] Y hablando de armas químicas, no podemos dejar de mencionar los hechos más recientes. En 2018, Skripal, un ruso viviendo en Inglaterra, de repente se sintió mal, él y su hija, los llevaron al hospital. Y se encontró que habían sido atacados con un arma química, que no había sido declarada hasta ese momento nunca en ningún mundo. Él era un gran crítico del régimen ruso de Vladímir Putin. Y se supo que fue alguien que llegó de Rusia, que llevó esta arma química nueva a Inglaterra para atacarlos a él y a su hija, y silenciarlos. Afortunadamente, ocurrieron dos cosas importantes. No muieron y se pudo identificar el producto químico, y esto dio lugar al conocimiento del reconocimiento de la existencia del arma química o de las armas químicas conocidas como agentes Novichok. Esto provocó que hiciera una gran investigación la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, que se llegara a plantear ante la Asamblea de Estados Participantes, la posibilidad de incluir los agentes Novichok en la lista de sustancias prohibidas. Esto tomó gran parte del 2018, gran parte del 2019. Pero a partir de enero de 2020, estas sustancias han sido incluidas y están totalmente prohibidas. Ahora bien, no pensemos que con esto han dejado de utilizarlas. En agosto de 2020, Alexei Navalny, otro crítico feroz, opositor a Vladimir Putin, enfermó gravemente. Fue trasladado de Rusia a Alemania, y tras hacerle tratamiento y hacerle análisis, se encontró que Navalny fue envenado con Novichok. Y esto deja patente una cuestión terriblemente importante. A pesar de que Rusia es parte de la Convención para la prohibición de armas químicas, a pesar de que tiene la obligación de no poseer armas químicas, de no utilizarlas, se sigue dando la posesión y el uso. Obviamente, el régimen lo niega. Pero no hay forma de que puedan ocultar lo que se ha descubierto en Alemania. Entonces, este juego entre la guerra, la química, y la ética, es un juego muy complicado. En pocas palabras, la convención se acata, pero no se cumple. No podemos dejar de reconocer que la convención ha logrado la destrucción de más del 97% de los arsenales químicos mundiales. Pero también no podemos dejar de señalar que hay Estados, que a pesar de ser ratificantes de la convención no la cumplen, sin embargo, debemos tener la esperanza. La química es nuestro mejor medio para garantizar el respeto al medio ambiente y el progreso de la humanidad. Y sobre esto vamos a seguir hablando. [MÚSICA]